domingo, 20 de diciembre de 2020

MI TÍO, REINA MORA, NIJINSKY Y YO de Mónica Rodríguez


Mi tío, Reina Mora, Nijinsky y yo

Mónica Rodríguez

Ilustraciones de Marta Sevilla

Editorial Santillana, 2019

9788491223450

 

 

 

 

Estamos ante un libro entrañable, disparatado y muy divertido. Con un planteamiento de "libro de viajes", los personajes nos llevan junto a ellos como parte del grupo que se anuncia en el título. Podría haber sido: "Mi tío, Reina Mora, Nijinsky, el lector y yo".

Destacaría en primer lugar los personajes diferentes, originales, divertidos,estrafalarios a veces. Iván (el tío) es un bailarín que viaja por el mundo en compañía de su sobrina, Anita. Su forma de ver el mundo, de ver el baile o de querer a los que le rodean hace que nos guste desde el principio. Reina Mora, la gata, se incorporará al grupo algo después del comienzo, aportando otra forma de ver el mundo, por supuesto. Y Nijinsky estará presente... ya descubriréis cómo.

Visitaremos ciudades como Roma, París, Estambul, Nueva Orleans, Dakar, Sidney, Buenos Aires... con una magnífica elipsis narrativa que nos situar´de pleno en calles o monumentos emblemáticos. Y siempre, siempre, habrá un momento para el baile y para ¡salir corriendo!.

Me ha gustado mucho el estilo de Mónica Rodríguez, directo, sencillo y bello:

    "Todo se llenó de música luminosa y elástica" (p. 10)

    "Es que soy un alma libre" (p.14)

    "Mi tío bailaba de tal forma que era como si con sus manos apretara el corazón" (p.93)

A lo largo de la historia, se nos plantean preguntas interesantes sobre la vida, por ejemplo, el momento en el que define el "ikigai":

    "  Una razón para vivir, una pasión, algo que dé significado a la vida" (p.38)

O la búsqueda de la felicidad cuando, estando en Dakar, conocen a los wolof:

    "- A lo mejor, si comemos lo que ellos, seremos igual de felices -dijo mi tío. Y se zampó doce salmonetes, dieciocho meros y nueve cabrachos. Se le hinchó un poco la barriga y le brillaba la barbilla llena de grasa"  (p.60)

En la página 88, la autora, por boca del tío Iván, nos ofrece una gran idea para reflexionar: 

    "¡Hay que disfrutar del camino, Anita! Tener una meta, pero disfrutar del camino" 

Pero todo esto, que puede parecer más o menos serio, está aderezado de mucho humor y un poco de "nonsense" .

    "A veces, cuando vamos caminando por la calle y nos cruzamos con una monja o con un repartidor de correos, los alza en el aire con mucha elegancia" (p.56)



 

    "Formaban una pareja tan perfecta que el público se puso en pie, lloró, gritó y hasta se tiró de los pelos. Los romanos son muy escandalosos." (p.54)

Las ilustraciones de Marta Sevilla  son planas, casi geométricas, muy expresivas. Salvo la portada (en color) son en blanco y negro. Me parecen muy adecuadas para el texto.

En definitiva, una lectura que recomiendo porque divierte, se disfruta, enternece y, en fin, te sumerge en un maravilloso mundo de la mano de este grupo singular de personajes y, por supuesto, de su autora. 

 


 

La autora

Mónica Rodríguez nació en Oviedo en 1969. Licenciada en Ciencias Físicas, trabajó en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) hasta que en 2009 dejó el trabajo en dicho centro para dedicarse por entero a la literatura. Tiene publicados más de una treintena de libros. Ha recibido los premios nacionales más importantes de literatura infantil y juvenil y ha sido incluida en varias listas de honor. En 2018 recibió el Premio Cervantes Chico por el conjunto de su obra.

Sus redes sociales: 

 

Y para terminar, os dejo un vídeo en el que la autora lee un fragmento del libro:


 

 

 

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