La niña de nieve
Eowyn Ivey
Editorial Grijalbo, 2011
ISBN 9788435346606
Traducción de Toni Hill
La
niña de nieve es una novela inspirada en los cuentos
tradicionales que, a la vez, conserva ese aire costumbrista de algunas obras
decimonónicas.
Aunque uno de los personajes
principales es una niña, no es específicamente una obra de literatura infantil
o juvenil, sino que se acerca más a los intereses temáticos del mundo adulto.
El argumento es el siguiente:
Mabel y Jack, una pareja que acaba de
instalarse en Alaska, intentan salir adelante. Junto a sus esperanzas, han
traído una pena antigua que los acompaña –un bebé que perdieron hace años– y
que se atenúa conforme se acostumbran a su nuevo hogar, a su nueva vida. Pero
la supervivencia es difícil en el invierno de Alaska y la mala situación
económica alcanza a todos.
Una noche, al llegar la primera nevada
del año, Mabel y Jack hacen un muñeco de nieve que, misteriosamente, desaparece
al día siguiente, a la vez que se presenta en su casa una niña encantadora. Pero
esa niña trae consigo misterios, preocupaciones, amor y una nueva forma de
mirar a los demás. Y todo esto enmarcado en los paisajes de una tierra muy
especial que es Alaska.
Aunque se narre desde un
punto de vista realista, el lector se va a encontrar continuamente fluctuando
entre las explicaciones evidentes y la intuición de que hay algo mágico detrás.
Todo ello debido a que flota en el aire el cuento ruso La Niña
de Nieve. De hecho, Mabel tiene un libro antiguo, con ilustraciones, en el
que se narra esta historia, y llega a estar convencida de que el cuento se ha
hecho realidad. Llega un momento en que el lector toma una opción, elige su
propia explicación y… no se puede
desvelar nada. El que quiera saberlo, tendrá que leer la novela hasta el final.
Pero además, en La niña de nieve aparecen, entrelazados
aquí y allá, una serie de sentimientos y
valores dignos de tener en cuenta. Hay reflexiones sobre el paso del tiempo, la
sensación de pérdida, el amor, la amistad, la esperanza, la solidaridad, la
generosidad, el saber disfrutar del momento y de lo que la vida nos ofrece,
etc.
Hay que destacar las
descripciones de las tierras de Alaska, exhaustivas, reflejando las diferentes
épocas del año, y que demuestran un gran amor al lugar. Se podría decir que
Alaska es otro de los protagonistas de la novela, un personaje con gran
influencia en los hechos.
La novela está narrada en 3ª
persona, buscando quizá conseguir esa sensación de realidad más “objetiva”.
Además de los personajes principales: Jack, Mabel y la niña, merece la pena
señalar a los secundarios, algunos de ellos muy simpáticos, como Esther y su
familia, los vecinos.
La traducción de Toni Hill
es impecable, perfecta.
Esta es el vídeo de
presentación de la novela (en inglés)
Biografía
de la autora:
Eowyn Ivey es
una escritora norteamericana que creció en Alaska, lugar en el que vive con su
marido (biólogo marino) y sus dos hijas. Su madre le puso ese nombre en honor a
uno de los personajes de El Señor de los
Anillos de J.R.R. Tolkien.
Trabaja
en una librería independiente y La niña
de nieve es su primera novela, aunque ha publicado historias cortas en
antologías y revistas literarias. Antes de ser librera y escritora, Eowyn
estudió periodismo y escritura creativa en la Western Washington University y trabajó como reportera para varias
publicaciones de Alaska.
1 comentario:
Una novela que engancha a su lectura hasta el final, habrá que reservarlo para este verano.
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