Reiner Zimnik
Editorial Kalandraka, Sevilla, 2009
ISBN 9788496388970
La grúa es un libro diferente, en el que la ilustración y el texto forman un todo indisoluble pero en el que, si les prestamos atención por separado, nos damos cuenta de que tienen vida propia.
El tono general con el que se nos cuenta esta historia roza en muchos momentos el absurdo. Es un tipo de narración un poco "naïf", en la que parece que se nos cuenta todo, aunque no fuera necesario. Contrariamente a lo que pueda parecer, en ese estilo tan sencillo radica su encanto. Hay diálogos como:
"A veces estaba por allí el hombre de los bueyes, que miraba cómo Lektro pensaba cosas bonitas. Los camioneros le gritaban:
-¡Eh, Lektro! ¿Estás enfermo?
Pero Lektro les contestaba siempre:
-¡Un pinchazo! ¡Que vaya bien!"
(página 27)
La historia que se nos narra en esta novela trata de una grúa, desde que se construye hasta que la desmontan muchos años después. El conductor de la grúa no la abandonará pase lo que pase: se escaparán los animales de un circo, habrá guerra, el mar lo inundará todo...hasta que las cosas vuelvan a ser casi como antes y, un buen día, cuando el hombre de la grúa esté cansado y la grúa tan vieja que haya que desmantelarla, se irá con sus amigos...
Hay momentos de gran simbolismo y de gran crítica social. Así, cuando estalla la guerra, Reiner Zimnik nos lo cuenta así:
"-¡Baja, que estamos en guerra!El hombre de la grúa preguntó:
-¿Y por qué?
- ¡No lo sé! gritó Letkro.
- ¿Contra quién?-preguntó el hombre de la grúa.
Lektro gritó:
-¡Contra los otros!
-¿Tu los has visto?
- ¡No!
-¡Pues entonces me quedo aquí arriba!"(página 51)
"Los de un lado y los de otro cargaron las armas. Las balas volaron por encima de las olas y ardió la tierra, y al mediodía los hombres estaban tendidos de espaldas, muriendo a causa de las heridas. Eran jóvenes y en casa tenían una bici de carreras o un jardín, y muchos estaban en el equipo de natación, y de buena gana habrían seguido vivos."(página 53)
A veces es muy poético, como cuando describe la música de trompeta que toca el protagonista:
"Y el viento convirtió una vez más la melodía en perlas de hielo relucientes y titilantes y las llevó sobre el mar hasta mucho más allá de la montaña grande y aún más lejos, hasta las estrellas."(página 77)
Las ilustraciones merecen comentario aparte. Desde que la grúa está en pie, el mundo es observado desde arriba y así, todas las ilustraciones están hechas desde el punto de vista del hombre de la grúa, es decir, desde un plano cenital. Cuando vuelven a desmantelarla, de nuevo observamos todo a pie de calle.
Digno de mención es también el hecho de que añade frases sobre las ilustraciones que no son extractos del texto, sino aclaraciones o meros comentarios.
En definitiva, es un libro diferente, que hace pensar, reir, reflexionar y pasar un rato muy muy agradable leyendo.
3 comentarios:
TE DEJO UN PREMIO POR LA MARAVILLOSA LABOR
¡¡FELICITACIONES!! POR TU EXELENTE BLOG
Liliana
http://elblogderinconesdeljardin.blogspot.com/
Leí este libro de una sentada, el primer dia de vacaciones de verano, cuando tenía 12 años. Me encantó.
Sería deseable que al criticar una obra no se incidiera tanto en el resumen...
Publicar un comentario